Percepción vs Perspectiva

Lo que vemos no siempre es lo que parece. A veces, lo que percibimos cambia dependiendo de cómo lo miramos. La perspectiva desde la que observamos el mundo tiene el poder de transformar nuestra realidad.

¿Te has detenido a pensar desde qué lugar miras tu vida?

La percepción es inmediata. Es lo que sentimos al instante: lo que creemos ver, lo que asumimos que es, lo que nos duele o nos asusta. Está teñida por nuestra historia, por nuestros miedos, por los lugares donde nos han herido antes. Percibimos con todo lo que somos, con todo lo que hemos vivido. Por eso, a veces, lo que percibimos no es el mundo, sino la forma en que el mundo nos ha tocado.

La perspectiva, en cambio, no ocurre sola. Se construye. Es una pausa. Es el momento en que respiramos hondo y nos permitimos mirar de nuevo, desde otro lugar. No niega lo que sentimos, pero nos permite entenderlo. Nos ofrece un ángulo distinto. Nos da la posibilidad de encontrar sentido, aunque el dolor siga ahí.

Hace poco vi un reel donde el entrevistado decía algo sencillo pero poderoso: "La percepción es reacción: la perspectiva es estrategia."

Me abrió muchísimo los ojos.

Quizá no estamos tan rotos como creemos.

Quizá solo estamos viendo desde muy cerca.

Quizá lo que ahora parece insoportable, desde otro ángulo se vuelve comprensible.

No más fácil, pero sí más habitable.

Y no se trata de forzarnos a pensar bonito.

Se trata de darnos tiempo.

De acompañarnos.

De comprender que somos seres que sienten profundamente, y que también pueden mirar desde otro lugar… cuando estén listos.

A veces, la diferencia entre seguir repitiendo la misma historia… y empezar a escribir una nueva, está en esa pequeña gran pregunta:

¿Qué más podría significar esto, si me permitiera mirar de nuevo?

Respirá. No tenés que entender todo ahora. Pero podés mirar de nuevo, cuando estés listo.