¿Qué es progresar?

A veces, nos sentimos presionados a avanzar. Como si quedarnos quietos fuera un error. Como si el valor de nuestra vida dependiera de cuánto hacemos, cuánto logramos, cuánto cambiamos.

Pero… ¿quién decide qué es progresar?

Vivimos rodeados de mensajes que nos dicen cómo deberíamos ser. En las redes sociales abundan voces que aseguran tener las respuestas. Algunas suenan firmes, otras amables. Algunas prometen éxito, otras plenitud. Pero muchas de ellas tienen algo en común: nos hablan desde afuera, sin conocernos, sin saber qué hemos vivido, qué sentimos, qué necesitamos hoy.

A veces, incluso los mensajes bien intencionados pueden hacernos sentir que no estamos haciendo lo suficiente. Que deberíamos ir más rápido. Que deberíamos ser diferentes.

Y en medio de todo eso, puede surgir una pregunta sencilla y profunda:¿Y si ya estoy haciendo lo mejor que puedo?

Quizá progresar no sea una línea recta. Quizá no se trate de cumplir con una lista de pasos, ni de alcanzar una meta impuesta. Tal vez progresar, para algunas personas, sea aprender a respirar sin miedo. Para otras, sea animarse a decir “no” por primera vez. O permitir que alguien las acompañe cuando siempre aprendieron a estar solas.

En la Clínica Psicológica Sentido y Propósito, creemos que cada persona tiene un camino único. No hay una sola forma de crecer. No hay un ritmo correcto. Lo que hay es un deseo profundo de encontrar sentido. De escuchar lo que está dentro. De ser acompañado sin juicios, con respeto y presencia.

Si hoy te preguntas si estás avanzando, tal vez la pregunta más amorosa no sea “¿voy lo suficientemente rápido?”, sino: ¿me estoy siendo fiel? ¿estoy cuidando lo que importa para mí? Y desde ahí, tal vez, puedas comenzar a definir tu propio modo de avanzar. Uno que tenga sentido. Uno que no te exija ser alguien más, sino que te permita ser tú.